2003
Alcanzamos un nuevo hito en nuestra historia de empresa. Ya no solo montamos servidores e instalamos software, sino que nos vamos full de cabeza a desarrollar software a medida según lo que pida el cliente y a optimizar a tope lo que ya tienen.
Pequeña anécdota: un cliente nos llamó to’ quemado porque su servidor “iba lento”. Nosotros decíamos que era cosa del software, pero no colaba. Así que le propusimos: optimizamos todo el software y, si luego el servidor sigue lento, no cobramos nada; si mejora, paga todo el curro como es debido.
Pues nada, en unas 3 semanas de optimizaciones lo petamos: el servidor, que antes era un coladero, se convirtió en un Ferrari. El cliente pudo usar la app optimizada 4 veces a la vez sin que el servidor diera ni un síntoma de estrés.